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Unoriginal

02. El Cubo de Rubick

Es curioso como mi vida intenta parecerse a la de cualquier historia de un buen guionista. Incluso resulta forzado hasta para un guión de semejantes características.

Hace dos meses me obsesioné por conseguir un conocido juguete: el dichoso cubo de colores. Quiero conseguir hacer el cubo sin utilizar soluciones de estas que hay por ahí (se que hay, pero no las he mirado, no me gust que me cuenten el final de los libros), y además, me recuerda a mi tio. Y por eso quería uno a toda costa. Miré en un montón de jugueterías, en internet... pero nada... sólo una página de subastas parecía ser la solución.

Mientras tanto, los problemas personales emergían. Como si tuviese un cubo bien hecho y lo deshiciese. El orden de mi vida era completamente caótico. Y derrepente planté cara. Y de golpe y porrazo, completé dos caras de mi vida. pero los problemas seguían, así que tuve que abrir de nuevo uno de los lados para poder completar los demás, para hacer encaje de bolillos. Y al hacerlo, me di cuenta de una cosa: ho hay que completar el cubo por caras. Es la primera cara la que tienes que hacer, y luego, ir colocando los cuadraditos que están más cerca de ésta... hasta que llegues abajo. Y he ido solucionando los problemas poco a poco.

Un día me dí cuenta de que, cuando terminase la quinta cara, iba a tener terminada la sexta, por automaticismo. Presentía que ese día llegaría en mi vida, y que no estaba muy lejos. Pero el cubo se resistía. Uno de los cuadrados rojos estaba en el lado azul y viceversa. Quiero decir, que lo más importante de mi vida parecía no tener importancia, y lo menos importante cobró muchisimo interés, pero siempre rompiendo el orden. Un orden cuasiordenado, algo que irrita bastante, por cierto, tener algo a punto de terminar y no llegar a terminarlo. Y eso es lo que me pasaba, estaba irritado.

Pero es curioso, ahora que "he completado" el cubo, he descubierto que una de las piezas azules, la que estaba mal colocada, ha desteñido. Como si hubiese caído una gota de alcohol 96º ha quedado blanca, por lo que nunca tendré un cubo resuelto, al menos en apariencia.

Lo más curioso de esta historia es que, como ya he dicho, yo no tenía un cubo de Rubick. Lo quería comprar, y lo buscaba como loco. Sin embargo, al dar por finalizada esta historia, fui de visita a un antiguo trabajo mío donde resulta que tenían estos extraños juquetes para regalar!!! Y después de contarles la historia... me han dado uno!! Aunque no lleva los colores del original, pero al menos lo tengo.

No es casualidad un final tan de película?

ISE

P.D. No se si llegais a entender la metáfora, o se me ha ido demasiado la pinza y no se entiende...

(Hearing: Don’t fuck my brain - Bloodseekers)

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